Cultivo Hidropónico: Qué es y Cómo Se Hace
El cultivo hidropónico ha ganado popularidad en los últimos años gracias a sus múltiples beneficios y su capacidad para producir plantas saludables sin necesidad de suelo. Es una técnica innovadora que permite a los cultivadores tener un mayor control sobre el crecimiento de sus plantas. En este artículo, exploraremos qué es el cultivo hidropónico, sus ventajas y cómo comenzar con esta práctica.
¿Qué es el Cultivo Hidropónico?
El cultivo hidropónico es un método de cultivo en el que las plantas crecen en una solución de agua con nutrientes en lugar de tierra. En este sistema, las raíces de las plantas están en contacto directo con los minerales esenciales que necesitan para desarrollarse, lo que mejora su absorción y crecimiento.
Existen distintos tipos de sistemas hidropónicos, cada uno con sus particularidades, pero todos comparten la premisa de proporcionar a las plantas todo lo que necesitan sin depender del suelo tradicional.
Beneficios del Cultivo Hidropónico
Este método de cultivo tiene múltiples ventajas sobre los métodos tradicionales, entre ellas:
Ahorro de agua: Se usa hasta un 90 % menos de agua en comparación con la agricultura convencional.
Crecimiento acelerado: Al tener acceso directo a los nutrientes, las plantas pueden crecer más rápido y de manera más eficiente.
Mayor control: Se pueden regular de manera precisa los nutrientes, el pH y la luz, optimizando el desarrollo de cada planta.
Menos plagas y enfermedades: Al no estar en contacto con la tierra, el riesgo de plagas y enfermedades del suelo disminuye considerablemente.
Aprovechamiento del espacio: Se pueden instalar sistemas hidropónicos en lugares reducidos, incluso en interiores.
¿Cómo Se Hace un Cultivo Hidropónico?
Para empezar con un cultivo hidropónico, es importante conocer los elementos básicos que lo componen:
1. Elegir el sistema hidropónico
Existen diferentes sistemas como el NFT (Nutrient Film Technique), aeroponía, sistema de raíz flotante y sistema de mecha. La elección dependerá del espacio disponible, el presupuesto y el tipo de plantas que se quieran cultivar.
2. Preparar la solución nutritiva
Las plantas necesitan una mezcla equilibrada de macronutrientes y micronutrientes para crecer de forma óptima. Se pueden comprar soluciones comerciales o preparar una personalizada según las necesidades del cultivo.
3. Seleccionar el medio de soporte
Dado que las plantas no crecen en tierra, se necesita un sustrato que brinde soporte a las raíces, como lana de roca, fibra de coco, perlita o arlita.
4. Controlar los niveles de pH y oxigenación
El pH del agua debe mantenerse entre 5.5 y 6.5 para garantizar una óptima absorción de nutrientes. Además, en algunos sistemas es necesario oxigenar el agua para evitar la acumulación de bacterias y hongos.
5. Monitorear la luz y temperatura
Las plantas necesitan una cantidad adecuada de luz para realizar la fotosíntesis. Se pueden usar luces LED de espectro completo para cultivos en interiores. También es importante controlar la temperatura y la humedad.